De la profundidad de la política emerge José Félix Tezanos, quien en su inmutable papel de augur de nuestros tiempos, ha despertado de nuevo el debate con una proyección a favor del PSOE que se sostiene en un fino equilibrio de interpretaciones. En una danza de cifras y porcentajes, el CIS parece arrojar una chispa de esperanza para la izquierda, ¿pero es acaso esta la realidad electoral que aguarda a España, o es más bien una visión con el tinte rojo de Tezanos?
El sondeo de este centro, que ha sido criticado en repetidas ocasiones por su tendencia a favorecer al PSOE, sugiere que el PP ganaría con entre 122 y 140 diputados, frente a los 115 y 135 que tendría el PSOE. Sin embargo, pronostica la caída de Vox hasta los 21-29 escaños y un auge de Sumar hasta el medio centenar, lo que daría al PSOE la posibilidad de alcanzar una mayoría absoluta junto a Sumar.
Para Pedro Sánchez, este panorama ofrece una estampa en la que todavía es posible mantener el Gobierno de coalición en La Moncloa. Pero es necesario preguntarse si no es esta precisamente la imagen que busca proyectar Tezanos, y no tanto la realidad política que aguarda al PSOE.
Cabe recordar que Tezanos, militante del PSOE desde 1973, ha estado al frente del CIS desde 2018, siendo nombrado expresamente por Sánchez. Su gestión ha sido objeto de críticas por su marcado sesgo, especialmente tras sus erróneas predicciones en las elecciones andaluzas de 2018 y las de la Comunidad de Madrid en 2021. Sin embargo, a pesar de estos «patinazos», Tezanos no ha variado su rumbo.
Así, hoy el CIS nos trae una imagen en la que el PSOE podría aún ganar, que Feijóo podría obtener la victoria pero no gobernar, y que reeditar el Gobierno de coalición no es una quimera. Pero es justo recordar que hace mes y medio, el CIS de Tezanos erró también al pronosticar las elecciones municipales, restando puntos al PP y engordando al PSOE. Cuando los ciudadanos acudieron a votar, la realidad fue otra.
No queda más que esperar para ver si este nuevo pronóstico de Tezanos se cumple, o si se suma a su creciente lista de predicciones fallidas. Mientras tanto, es prudente no olvidar que las encuestas son solo eso, encuestas, y que la última palabra siempre la tienen los ciudadanos en las urnas.