El Banco de España emite una voz de alarma, destacando que la capacidad financiera de uno de cada diez hogares españoles ha sido reducida a cenizas, incapaces de cubrir sus necesidades más esenciales. Esta penosa realidad, incrementada por la subida en el precio de la cesta de la compra y el encarecimiento del crédito bancario, ha sumergido especialmente a las familias de menor renta en un abismo de inseguridad financiera.
«El encarecimiento de la cesta de la compra y del servicio de la deuda supondría un aumento del número de hogares para los que la renta no cubre el gasto esencial«, señala el organismo en el Informe de la situación financiera de los hogares y las empresas. «En el año 2020, el 7% de los hogares no cubría los gastos esenciales con su renta bruta total, porcentaje que se elevaría al 9% en 2022«, advierte el BdE.
Pablo Hernández de Cos, quien dirige la institución, define el gasto esencial como la suma de los gastos en alimentación, suministros, alquiler de la vivienda principal y servicio de la deuda. Por su parte, la renta bruta total se entiende como la suma de todas las rentas recibidas por todos los miembros del hogar, incluyendo rentas laborales, rentas de capital y rentas por ayudas o prestaciones públicas.
Este sombrío panorama se cierne con mayor intensidad sobre las familias menos afortunadas. El Banco de España las ubica en el primer quintil, es decir, aquellas con las rentas más bajas. En estos casos, la realidad es más cruda: muchas de estas familias no logran llegar a fin de mes, incluso consumiendo sus ahorros.
«El porcentaje de hogares en una situación especialmente frágil, definidos como aquellos que no pueden cubrir el gasto esencial ni con su renta ni con sus depósitos a la vista durante más de un mes, se elevaría del 3,4% al 4,1%«, indica el documento.
A pesar de este cuadro desalentador, el BdE reporta una cierta mejora en la situación global de las familias. Según el informe, se ha producido «una recuperación progresiva del poder adquisitivo perdido desde 2021«, gracias al mejoramiento del empleo, aumento de los salarios nominales y menor inflación de los precios de consumo. Sin embargo, no podemos olvidar que el corazón de nuestro país, el modelo de familia nuclear, está en riesgo.
El informe también señala un decremento en la demanda de crédito desde mediados de 2022, acentuándose durante el primer trimestre de 2023. Esta contracción en la demanda de préstamos para la adquisición de vivienda, pone en evidencia el estrangulamiento financiero de las familias.