Vox ha acogido con tremendo desencanto la salida de Iván Espinosa de los Monteros del partido tras el resultado del 23-J. El que fuera portavoz del grupo en el Congreso ha decidido abandonar el partido en circunstancias que califica «como desencantadas».
Las diferencias con el líder ultraderechista Santiago Abascal, así como el resultado de las elecciones generales del pasado mes de julio, han sido la puntilla para Espinosa de los Monteros, que ha decidido arrancar la hoja de su vida vinculada a Vox.
Según ha declarado, «estoy muy desilusionado con el resultado de las elecciones y con el trato de la cúpula del partido hacia mí. Esta decisión me la tomo con un intenso dolor, pero es totalmente necesaria para mi propia supervivencia personal».
Con la salida del político madrileño Vox se enfrenta a una nueva reorganización en su estructura a pocas semanas de los comicios autonómicos. Si bien Abascal ha señalado que serán los votantes quienes decidan si el partido se debe reestructurar o no, está claro que Espinosa de los Monteros pondrá su mejor esfuerzo desde fuera, haciéndose portavoz de los descontentos por el resultado electoral.
Esperamos que la salida en condiciones cordiales entre Espinosa de los Monteros y Vox permitan que mejore la estabilidad política de España. Esfuerzos como el de él son necesarios si queremos establecer relaciones entre los partidos de distintos signos políticos y superar esta etapa caótica y convulsa.