El Banco de España ha sonado la alarma: los fondos europeos no están llegando a las pequeñas empresas, que conforman la mayor parte del tejido empresarial español. En lugar de ello, estos recursos se están dirigiendo principalmente a grandes empresas, una realidad que el organismo advierte puede costarle a la economía española en términos de crecimiento a largo plazo.
«Las empresas que están recibiendo los fondos europeos son empresas relativamente grandes», explicó Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, durante la presentación de las nuevas proyecciones económicas del organismo. La falta de apoyo a las pequeñas empresas en las licitaciones puede limitar el dinamismo de la inversión agregada a largo plazo, una pérdida de oportunidad costosa.
El motivo de esta distribución desequilibrada de fondos aún no se ha identificado con precisión, aunque Gavilán apunta a la mayor capacidad financiera de las grandes empresas para cofinanciar proyectos de inversión y a las dificultades burocráticas que encuentran las pequeñas empresas.
Según un estudio de Cepyme, el 65% de las pymes cree que no podrá participar en las inversiones ni recibir subvenciones del Plan de Recuperación debido a la carga burocrática, plazos de presentación cortos, plazos de concesión largos y falta de capacidad de anticipación y apoyo para entender los requisitos.
España ha recibido transferencias por 37.000 millones de euros gracias al cumplimiento del calendario de hitos y objetivos, permitiendo al Tesoro Público hacer pagos por 34.000 millones de euros desde 2021. De ese total, 23.400 millones han sido transferencias a las comunidades autónomas.
Del dinero recibido de la UE, el 70%, alrededor de 27.000 millones, ya ha sido asignado a través de resoluciones de convocatorias de ayudas y licitaciones. Se han destinado a un total de 400.000 proyectos, de los cuales el 60% han ido al sector privado.
El Banco de España también presentó una mejora en las previsiones de crecimiento para este año. Sin embargo, esta mejora, que sitúa al PIB de España con un repunte del 2,3%, no se debe a una mejora en las perspectivas económicas, sino a datos del pasado.
Gavilán destacó que España aún tiene un largo camino por recorrer para cerrar la brecha que la pandemia ha abierto en el PIB respecto a la Eurozona, un retraso que se prevé persista hasta finales de 2025.