La tragedia se desató en la madrugada de este martes cuando un ataque con misiles impactó un restaurante y un hotel que eran famosos entre los periodistas. Al menos siete personas perdieron la vida en el ataque. Un día cualquiera en la región de Ucrania siempre podría desembocar en estas terribles situaciones, aunque no es la primera vez que la tragedia llega a personas inocentes.
Varias zonas del este y el sur de Ucrania llevan sufriendo los efectos de la violencia desde que las fuerzas rusas ocuparon la región de Crimea hace alrededor de seis años. Los combates constantes con la guerrilla pro-russa han mantenido a la población en una fragilidad extrema, cuyos efectos se hacen más notables a medida que el conflicto se prolonga.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, expresó este martes su solidaridad con las víctimas del ataque en el este de Ucrania, exigiendo que los responsables sean llevados al tribunal y ofreciendo ayuda por el camino. Esto tuvo una gran repercusión en el extranjero, sobre todo entre aquellos que consideran que este tipo de interventiones a la fuerza, sin el consentimiento previo de la parte afectada, es algo que debería erradicarse.
Sin embargo, considerando los acontecimientos en los últimos años, muchas personas dudan de las intenciones de Moscú de mantenerse al margen. Recep Tayyip Erdogan, el Presidente de Turquía, expresó sus condolencias por la tragedia de Donetsk y su esperanza de que los ataques no se repitan. Algunos politólogos consideran que esto podría ser una señal de que el presidente turco intenta mantener una buena relación con el mandatario Vladimir Putin a pesar de que el apoyo de Turquía a Ucrania ha sido claro en todos los conflictos geopolíticos.
En medio de tanta incertidumbre, muchos periodistas se preguntan si el ataque de esta semana significa una escalada en la violencia en la región. Las personas en Ucrania esperan que la situación no empeore y que la ayuda internacional llegue a tiempo para evitar una tragedia a mayor escala. Lo único que se puede hacer ahora es que los involucrados en el conflicto respeten la ley internacional y los derechos humanos.