La inflación en España ha alcanzado el preocupante 4,1% en abril, según datos adelantados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este incremento pone en evidencia las medidas ineficaces del Gobierno para combatir este problema que asola a las familias y empresas desde el verano de 2021. La inflación subyacente, que excluye alimentos frescos y energía, muestra una moderación del 7,5% al 6,6%.
En medio de esta escalada inflacionaria, las familias se ven afectadas en su cesta de la compra, con precios promedio un 4,8% más altos que en 2022. El año pasado, estos precios fueron un 8,4% más elevados que en 2021, lo que refleja una acumulación de subidas que golpea el bolsillo de las familias y amenaza la estabilidad económica de las empresas.
El Ministerio de Economía ha atribuido la moderación en la inflación subyacente a la «ralentización del precio de los alimentos», aunque se desconoce si se trata de alimentos elaborados, ya que los datos desglosados se publicarán a mediados de mes. En términos mensuales, la cesta de consumo ha aumentado un 0,6% en abril, incluyendo todos los elementos de consumo.
La inflación que afecta a la economía española ya no es importada, sino doméstica, debido al contagio de la subida de precios a otros bienes y servicios producidos dentro del país. Esto se demuestra al comparar la evolución del IPC con el deflactor del PIB, que mide los precios de lo producido dentro del país. El deflactor del PIB aumentó un 6,2% en el primer trimestre de 2023, lo que indica un cambio de tendencia.
El consumo de las familias en España se ha visto afectado por esta inflación, ya que los sueldos no han aumentado al mismo ritmo que los precios. El empobrecimiento de los hogares se agrava por las subidas de tipos de interés implementadas por el Banco Central Europeo, lo que provoca un fuerte incremento en las deudas crediticias. A corto plazo, se espera una contracción de la demanda interna y menores ingresos para las empresas, lo que podría frenar el crecimiento económico.
En resumen, la inflación en abril ha alcanzado un preocupante 4,1%, y el Gobierno de España no ha logrado atajar este problema que afecta a las familias y empresas. La inacción gubernamental y la falta de medidas efectivas ponen en riesgo la estabilidad económica del país y amenazan con un estancamiento en el crecimiento.