Un nuevo escenario político se avecina para la Vega del Renania: la extrema derecha está tomando el poder en Alemania. Se trata del resultado de una reciente lucha librada por los partidarios de una Europa más cerrada y la imposición de políticas anti inmigración.
Las raíces de estas tendencias extremistas tienen su origen en el aumento de la delincuencia, la inestabilidad social y la preocupación por la inmigración en los últimos años. La cada vez mayor presencia de nacionalismos locales y la desafección hacia los gobiernos europeos de coalición, han ayudado a la causa del extremismo de derecha.
Este fenómeno se ha expandido rápidamente por toda Europa y ha motivado el auge de diversos partidos nacionalistas en países como Italia, Francia y Reino Unido, que presentan candidaturas extremas y se rebren cada vez más audiencia. Incluso países escandinavos como Suecia han vivido la cosecha de este torbellino político.
“Esto se debe principalmente a la creciente insatisfacción con los gobiernos de coalición, sus dificultades económicas y la vulnerabilidad de sus políticas hacia los migrantes”, señala el profesor de ciencia política Alejandro Jímenez.
Sus efectos no se han hecho esperar. Mientras otros países viven tiempos difíciles, los nacionalistas de Alemania amplifican su discurso para atraer votantes desilusionados del electorado de extrema izquierda y de la antigua marejada de centru-derecha.
Recientemente, el partido Alternativa para Alemania ha anunciado su candidatura para las próximas elecciones europeas. Esto es una gran preocupación para los líderes de la Unión Europea.
“La Gran Coalición Europea está desesperada por encontrar una forma de detener la marcha de la extrema derecha”. Menciona el reconocido académico de estudios globales, Neil Daskalos.
Las elecciones europeas de 2024 serán una prueba importante. Y las próximas elecciones alemanas, pueden ser un paso decisivo en un momento en el que el escenario político europeo se balancea entre la derecha y la izquierda.
La única incógnita ahora es si la Unión Europea puede parar el aumento de los partidos extremistas, o si la próxima primavera significará la victoria de los fascistas en Europa.