El Valencia CF ha puesto todas sus esperanzas en el técnico Rubén Baraja para conseguir la permanencia en la Primera División, mientras el compromiso de finalizar el «interminable» proyecto del nuevo estadio sigue siendo una promesa sin importar la categoría en la que se encuentre el club la próxima temporada. En vísperas del crucial choque contra el Elche en el Martínez Valero, el consejo de administración del club mantendrá una reunión informal y virtual este sábado, junto al director de fútbol, Miguel Ángel Corona, para evaluar la situación deportiva actual.
A pesar de los rumores y las ofertas tentadoras de otros entrenadores, como el ex técnico José Bordalás, el Valencia mantiene su confianza en la dupla Baraja-Marchena, descartando un cambio en el banquillo. En cuanto al proyecto del estadio, ese cuento de nunca acabar, el club ha presentado al Ayuntamiento la certificación de una empresa externa, Addient, que avala el cumplimiento de los requisitos urbanísticos contemplados en la caducada ATE. Este avance permitiría reiniciar las obras del nuevo estadio, si es que algún día llegamos a verlo terminado, una vez el Ayuntamiento acepte el modificado del proyecto presentado el pasado verano.
Sin embargo, las diferencias insalvables entre el club y el consistorio parecen más difíciles de superar que la eterna construcción del estadio. El aforo y el coste del polideportivo de Benicalap siguen siendo puntos de discrepancia. El Valencia considera «imposible» aceptar las condiciones fijadas por el Ayuntamiento y califica el bloqueo como «mensaje electoralista», mientras las grúas siguen esperando para volver al trabajo en el estadio.
Mientras tanto, el club ha solicitado reuniones con todos los candidatos a la alcaldía, sin obtener respuesta por el momento. El estancamiento en el acuerdo podría afectar la candidatura de Valencia como sede de partidos del Mundial 2030 si finalmente España, Portugal y Marruecos organizan el evento. Ambas partes son conscientes de que Valencia quedará excluida si el proyecto del estadio, la «leyenda urbana» de la ciudad, sigue paralizado. Por su parte, la vicealcaldesa Sandra Gómez insiste en que el convenio debe firmarse en los términos en que fue enviado al Valencia en diciembre, sin modificaciones.