Las elecciones municipales y autonómicas de 2023 han estado marcadas por una serie de acontecimientos sorprendentes, que incluyen desde la compra de votos por correo hasta la inclusión de antiguos miembros de la banda terrorista ETA en las listas de Bildu. Sin embargo, uno de los hechos más significativos que ha pasado desapercibido es el desembarco de antiguos candidatos de Ciudadanos en el Partido Popular.
Un ejemplo de estos intercambios de partidos se ha producido en Elda, donde Paco Sánchez, antes candidato de Ciudadanos, ahora se presenta por el Partido Popular, enfrentándose a Fran Muñoz, quien era el presidente de los populares en Elda y ahora lidera Ciudadanos en la misma localidad. Quizás les cueste seguir el hilo, pero ha sido un intercambio de cromos literal. Un escenario similar se presenta en Alfaz del Pi, con el excandidato del PP con los carteles para la campaña municipal ya hechos, Carlos Pastor, cediendo su lugar al exrepresentante de Ciudadanos, César Martínez.
Y no son los únicos casos de antiguos miembros de Ciudadanos que copan las listas de los populares. Los hay también en las listas autonómicas. Algunos apuntan a que Carlos Mazón ha sido muy listo para llevarse el voto de Ciudadanos y hay quien apunta que a Carlos Mazón le van a hacer la cama los suyos. Ya se verá.
La campaña electoral también ha sido testigo de candidatos que enfrentan problemas con la justicia y de aquellos que cambian de partidos de manera abrupta. El caso más notable se encuentra en Muchamiel, donde Antonio Sola, candidato de Ciudadanos, ha fichado a Manuel Tomás Blasco, quien hasta hace pocos meses era el coordinador de VOX Muchamiel. Esta maniobra ha causado asombro, ya que normalmente los cambios de partido suelen realizarse hacia formaciones políticas en crecimiento como podría ser VOX que todo hace indicar será el partido que más crezca estas próximas elecciones, y no hacia aquellas que, según las encuestas, podrían estar a punto de desaparecer, como sería el caso de Ciudadanos.
La historia de Manuel Tomás Blasco es especialmente curiosa. Hasta hace poco, como coordinador de VOX, Blasco asistía a los actos del partido y se le podía ver en sus perfiles sociales en compañía de líderes de VOX como Santiago Abascal o Ignacio Garriga. Este abrupto cambio de VOX a Ciudadanos plantea interrogantes sobre si fue motivado por principios o si busca encontrar un acomodo político. ¿Ustedes qué piensan?
El inesperado traslado de afiliación de Blasco a Ciudadanos podría ser considerado el cambio de cromos más espectacular de esta campaña, una verdadera trama digna de ser analizada por expertos en misterios como Iker Jiménez.