- Los mercenarios están ‘dispuestos a seguir luchando’ por Rusia, afirma el portavoz del Kremlin.
En el Kremlin, ese enjambre de poder donde se teje la red de la política rusa, Vladimir Putin y Yevgeny Prigozhin, el temido líder de Wagner, se encontraron después de la frustrada revuelta del grupo paramilitar el mes pasado, tal como informan los medios rusos.
«Este encuentro tuvo lugar en el Kremlin el 29 de junio. Duró casi tres horas», expresó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, el lunes, según el hilo de noticias estatal Ria Novosti. Estas palabras, emanadas desde la cúspide del aparato estatal, revelan el interés del zar Putin en mantener a raya a sus paramilitares.
Prigozhin, ese nombre que pone los pelos de punta en los corredores del poder ruso, se rebeló contra el establecimiento militar el 23 de junio. Tomó la ciudad de Rostov-on-Don a la mañana siguiente, enviando a sus mercenarios de Wagner en una marcha hacia Moscú. Este señor de la guerra rebelde solo giró sus tanques cuando estuvieron a 200 kilómetros de la capital rusa, amenazando con sumir al país en una guerra civil.
El encuentro de alto nivel en Moscú convocó a treinta y cinco personas, incluyendo «todos los comandantes de los destacamentos militares» y Prigozhin, según relató Peskov. Aquí se hilan los hilos de la trama, una danza delicada entre los hombres de poder y los señores de la guerra.
Durante la reunión en el Kremlin, Putin «dio una evaluación de las acciones de la compañía» en el frente de batalla en Ucrania y de «los eventos del [rebelión del] 24 de junio», dijo el portavoz.
A los comandantes de Wagner se les ofrecieron «más opciones para maniobrar y más uso en combate», según Peskov, añadiendo que los paramilitares afirmaron estar «dispuestos a seguir luchando» por Rusia. Esta actitud, tan firme como un oso siberiano, muestra el temple de estos soldados de fortuna.
Después de que la rebelión fuera abortada tras conversaciones entre Prigozhin y el líder bielorruso Alexander Lukashenko, quien negoció una retirada de los mercenarios, se suponía que el líder de Wagner sería exiliado a Bielorrusia.
Sin embargo, Prigozhin, ese oscuro oligarca convertido en señor de la guerra, no ha sido visto en público desde entonces. Lukashenko inicialmente confirmó que Prigozhin había aparecido en Bielorrusia, antes de decir más tarde que no estaba realmente allí, y que incluso podría estar en Rusia.
Las tropas de Wagner han estado involucradas en algunos de los enfrentamientos más sangrientos de la invasión a gran escala de Moscú a Ucrania, incluyendo en la ciudad de Bakhmut que fue azotada durante meses por las fuerzas rusas invasoras durante el invierno y la primavera.
En el tablero de ajedrez que es la política rusa, con Putin como gran maestro, nos queda esperar el siguiente movimiento. La partida continúa, y con ella, la intriga y las tensiones en la madre Rusia.