En un episodio que parece sacado de una trama de espionaje cómico, la Primera Ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha sido recientemente víctima de una emboscada telefónica. Este engaño, perpetrado por los cómicos rusos conocidos como Vovan y Lexus, tuvo como objetivo sonsacarle información sobre la postura europea respecto a la guerra en Ucrania y en materia migratoria.
El pasado 18 de septiembre, en medio de un intenso esfuerzo diplomático para fortalecer las relaciones con líderes africanos antes de la Asamblea General de Naciones Unidas, Meloni recibió una llamada que creyó proveniente del presidente de la Comisión de la Unión Africana. Sin embargo, detrás del teléfono se escondían Vovan y Lexus, famosos por sus bromas telefónicas a figuras políticas de alto nivel.
La Oficina del consejero diplomático de la presidencia de Gobierno italiano expresó su consternación en un comunicado, lamentando haber sido «engañado por un impostor». Pero, ¿cómo se desarrolló este episodio de engaño telefónico?
La conversación, ahora publicada en las redes sociales de los cómicos rusos, revela que Meloni criticó duramente la gestión europea del fenómeno migratorio, acusando a Europa de abandonar a Italia y señalando que el problema debería involucrar no solo a la UE sino también a las Naciones Unidas.
La charla telefónica también abordó la guerra en Ucrania. Meloni expresó su percepción de que muchos están cansados del conflicto y sugirió que podría estar cercano el momento de buscar una solución que sea aceptable para todas las partes involucradas sin transgredir el derecho internacional.
Meloni también opinó sobre la contraofensiva ucraniana, indicando que «puede que no esté yendo como lo esperado» y que el conflicto podría prolongarse muchos años si no se encuentra una solución. Al ser cuestionada sobre el nacionalismo ucraniano y su líder histórico Stepan Bandera, Meloni apuntó que el nacionalismo es un problema que también enfrenta Putin.
Los autores de la trampa telefónica, Lexus (Alexéis Stoliarov) y Vovan (Vladímir Krasnov), han ejecutado bromas similares en el pasado, engañando a políticos de la talla de Angela Merkel y el presidente de Polonia, Andrej Duda.
Este episodio ha resaltado no solo la vulnerabilidad de los líderes políticos a este tipo de tácticas de desinformación y emboscadas, sino también la importancia de establecer protocolos de seguridad más rigurosos en la comunicación diplomática.
El engaño a Meloni evidencia cómo la geopolítica y la comedia pueden entrelazarse en el mundo contemporáneo, creando situaciones que, aunque cómicas, resaltan la delicadeza de los asuntos tratados y la necesidad de manejar con cautela la información estratégica y diplomática. En un mundo donde la información es poder, este episodio sirve como recordatorio de que hasta las bromas más inocentes pueden tener repercusiones significativas.