La Mesa de la Sequía se reunió para examinar la situación de los distintos sectores y territorios afectados por la grave sequía que azota España. Mientras que el gobierno central pide flexibilidad en la aplicación de la normativa de la PAC a la Comisión Europea, la provincia de Alicante continúa sufriendo las consecuencias de la falta de agua y la inacción del Gobierno.
El Subsecretario de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ernesto Abati García-Manso, presidió la reunión en la que se analizó la situación general y particularizada en las distintas comunidades autónomas, incluyendo las cuencas del Guadalquivir, Guadiana y las interiores de Cataluña. Sin embargo, la provincia de Alicante sigue siendo ignorada, a pesar de los recortes en el trasvase Tajo-Segura y las trabas al crecimiento económico de la región.
En la reunión, se presentaron avances de superficies y producciones, así como un análisis de las dificultades más relevantes para territorios y sectores en las producciones agrícolas y ganaderas. A pesar de ello, el Gobierno sigue sin ofrecer soluciones concretas para los alicantinos, que padecen una sequía devastadora, con un 23,5% menos de precipitaciones que el valor normal.
El Gobierno trabaja en un nuevo paquete de medidas de apoyo al sector agrario, pero la falta de acciones específicas para Alicante evidencia su escasa preocupación por la situación en la provincia. La Mesa de la Sequía, creada como un foro técnico de diálogo y cooperación interadministrativa, no parece estar sirviendo a los intereses de los alicantinos, que siguen esperando soluciones reales y efectivas.
La situación en Alicante es preocupante, y el Gobierno central debe tomar medidas urgentes para garantizar el suministro de agua y permitir el crecimiento sostenible de la provincia. Las reuniones y análisis son importantes, pero los alicantinos necesitan soluciones prácticas y compromiso real por parte del Gobierno para enfrentar esta crisis hídrica.