Un avance significativo en la lucha contra un devastador incendio en Tenerife, una popular isla turística española, fue logrado este domingo luego de una noche que fue mejor de lo esperado, permitió que los bomberos mantuvieran lejos las llamas de las viviendas, así lo manifestaron autoridades regionales.
El equipo de bomberos y bomberas se vieron favorecidos por una temperatura más baja y condiciones climáticas estables durante la noche, además de la ayuda humana y tecnológica que recibieron gracias a la colaboración de bomberos de Madrid, País Vasco, el Sur de Francia y los equipos de bomberos de Agricultura de Ávila y Segovia.
Los equipos de incendios trabajaron rápido para contener el incendio antes de que se propagara más. Se reportó inicialmente el domingo que el fuego ya había comenzado a afectar casas en la localidad de Tegueste, pero los temibles incendios no llegaron más lejos gracias a la actuación de los bomberos, quienes lucharon sin descanso durante toda la noche para evitar un daño mayor.
“En estos momentos nos encontramos en una situación mucho mejor que el día de ayer, por lo que tenemos la esperanza de que pronto estemos completamente al mando sobre la situación”, dijo Anselmo Pestana, gobernador de la isla.
Además, los bomberos tuvieron a su favor el que la ubicación del incendio hubiera convertido la zona de Tenerife en una bolsa de aire. Esto permitió controlar mucho mejor el fuego, distribuir ayuda y evitar que se propagara elevando todavía la moral de los bomberos.
Sin embargo, aún hay mucho que hacer en la isla y los equipos de emergencias todavía seguirán trabajando horas extras. Las autoridades regionales alertaron al público sobre la posible propagación del incendio y exhortaron a los habitantes a restringir los viajes a los bosques, zonas rurales e áreas cercanas al humo o fuego.
Los equipos de emergencias hicieron una extraordinaria labor para contener el incendio y salvar a numerosas vidas que estaban en peligro y permitieron que los residentes de Tenerife pudieran volver a sus hogares sin tener que huir por temor de la devastación de las llamas.