Cuando el mundo cierra una etapa cargada de genios y figuras, cuando decide que el sol ya no va a brillar tanto y tan alto o que volar a la luna ya no es cosa de dos, ese día supone un antes y un después. Uno de esos días ha llegado con la muerte de Tony Bennet a los 96 años. Con su partida, cerramos un capítulo dorado en la historia de la música, una época en la que la voz de un intérprete lo era todo. Su legado musical será eterno, sin embargo su pose enigmática , su mirada profunda y su sonrisa pícara que difuminarán en los surcos de esos vinilos mágicos que nunca dejó de grabar.
Tony Bennett fue más que un cantante; fue un mago vocal que siempre se resistió a dejar de ser lo que era y bajar del escenario. Embaucador, encantador y un poco pendenciero. Bennet era elegancia y voz, voz y elegancia, una auténtica maravilla que llegaba directo al alma. Para Frank Sinatra el más talentoso de su generación.
Ganador de 18 premios Grammy y con un sinfín de nominaciones, Tony Bennett se destacó como un maestro de la interpretación, dominando el Gran Cancionero Americano con maestría.
Pero más allá de sus logros musicales, Tony Bennett fue un luchador que desafió el tiempo y la adversidad. A pesar de enfrentar la enfermedad de Alzheimer desde el 2016 siguió entregándose a su pasión, actuando y grabando hasta el 2021. Su dedicación y amor por la música resonarán como una inspiración para las generaciones venideras de artistas.
Desde los años 50 hasta principios de los 60, Bennett fue aclamado como uno de los mejores intérpretes de su tiempo. Sin embargo ese tiempo pasó durante décadas en las que Bennet seguía haciendo lo de siempre, lo único que sabía hacer realmente bien, cantar, interpretar, atrapar la luna para entregarla a una señora y otra… Su estrella resurgió con fuerza en los años 90, gracias a la dirección de su hijo Danny. Su versatilidad lo llevó a colaborar con artistas como Amy Winehouse, Diana Krall y Lady Gaga, mostrándonos que su talento trascendía generaciones.y con cada colaboración, más grande se hacía.
Su última aparición pública junto a Lady Gaga en el escenario del Radio City Music Hall en agosto de 2021. Dos meses antes de su último lanzamiento como dúo ‘Love For Sale’. La secuela de su colaboración ‘Cheek to Cheek’ de 2014, que fue número uno en las listas de éxitos. Se nos viene a la memoria un memorable dúo con Amy Winehouse en el tema ‘Body and Soul’, y ese maravilloso álbum completo de duetos con Diana Krall. Esto en los últimos años bordeando los 90 años, imagínense al Tony Bennet de los años 50…
Su legado vivirá en cada una de sus grabaciones y en el corazón de quienes tuvimos la fortuna de presenciar su magia sobre el escenario. Gracias Tony por no haber dejado nunca de ser como eres.
