Tiemblan los europeos. Cada vez que la UE se plantea transformar alguna cosa y más amparados desde la Agenda 2030, los ciudadanos europeos se echan a temblar ante que sector tendrá que sufrir cambios profundos. Y esta vez parece que la mirada está en el sector del transporte. La última propuesta de la Comisión Europea para disminuir las emisiones de los medios de transporte: el llamado «Greening Transport Package». Un plan ambicioso que busca reducir en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero del sector transporte para el año 2050, migrando del tradicional uso de camiones para el transporte de mercancías hacia alternativas más sostenibles como las vías férreas y las barcazas.
El enfoque del nuevo paquete está en mejorar las regulaciones en el sector de los transportes, permitiendo el uso de camiones de mayor tamaño en las carreteras de la UE y reformando las normativas sobre el transporte por ferrocarril.
Bajo la denominación «Greening Transport Package» o «Greening Freight Package», esta nueva legislación prevé reestructurar la asignación de la capacidad de las vías férreas, establecer una metodología para contabilizar las emisiones producidas por los trabajos de transporte y revisar las dimensiones y pesos máximos permitidos para los vehículos de carga pesada.
El plan propone también modificar las reglas que aplican al transporte combinado —en el que una misma carga es transportada por diferentes medios de transporte—, aunque se espera que esta propuesta se presente en una fecha posterior.
La industria del transporte de mercancías mira con recelo este nivel de atención por parte de Bruselas. «El paquete no está haciendo algo para el transporte de mercancías… sino realmente haciendo algo por el transporte de mercancías. Es una pequeña palabra, pero es una gran diferencia«, expresó Akos Ersek, asesor principal de políticas en UIRR, un grupo de la industria que representa al transporte combinado ferrocarril-carretera.
Algunos de los temas que la industria espera que se aborden con este paquete son:
- Mover cargas de la carretera al ferrocarril: La Comisión ha establecido metas para transportar más mercancías a través de ferrocarriles y vías fluviales, incluyendo el objetivo de duplicar el tráfico de mercancías por ferrocarril para 2050. Pero eso significa que el reglamento de la UE para la combinación de diferentes modos «necesita una revisión sustancial», como lo enfatizó su Estrategia de Movilidad 2020.
- Trenes de carga transfronterizos: Los sistemas ferroviarios se gestionan a nivel nacional, pero los trenes de carga tienden a cruzar fronteras. Esto crea un panorama difícil para las compañías de transporte de mercancías, que operan a nivel internacional pero se ven limitadas por una red ferroviaria gestionada de manera fragmentada.
- Vías férreas congestionadas: Las vías férreas de la UE están en demanda, pero no existe una «orientación o consideración» real sobre la «manera más sabia de usar» esa infraestructura, según Ersek.
- Problemas con el tamaño de los camiones: La UE ha establecido límites máximos de peso y dimensiones para los vehículos de carga pesada, pero cada país puede desviarse de las normas.
- Un plazo apretado: Las medidas han sido aplazadas varias veces y los grupos de la industria temen que las próximas elecciones de la UE puedan descarrilarlas nuevamente.
En el Eco de Libertad, observamos con escepticismo estas medidas que pueden poner en juego un sector con muchísimos puestos de trabajo. No obstante, debemos recordar que la verdadera prueba de fuego estará en la implementación de estos planes, y la habilidad de la Comisión para sortear los obstáculos burocráticos y políticos que se le presenten.