Como cada año por estas fechas, los políticos de toda España se dan cita en la Feria Internacional de Turismo en IFEMA, Madrid. Como no podía ser de otra manera, la flor y nata de la política ilicitana selecciona sus mejores trajes y vestidos, se montan en el AVE y parten hacia Madrid para vender las muchas bondades que ofrece nuestra ciudad.
Este año Elche, Oasis Mediterraneo se estrena como marca propia en FITUR, dentro de Turisme Comunitat Valenciana. El alcalde ilicitano Carlos González, rodeado por Francesc Colomer (secretario autonómico de Turismo) y Carles Molina (edil de Desarrollo Turistico), da pistoletazo de salida a su precampaña. A pesar de que nuestro alcalde, hace unos días descartaba por completo entrar en modo campaña electoral; como político de la vieja escuela que es, no ha podido evitar dar rienda suelta a esas promesas electorales que tanto le gustan.
Carlos González quiere que el 18% del empleo en nuestra ciudad venga generado por el turismo y que el 15,5% de la riqueza provenga de dicho sector. Lo que no nos cuenta el señor Carlos González es cómo lo va a hacer, que propuestas de valor hay sobre la mesa y cuál es la hoja de ruta para alcanzar la meta. Tampoco nos dice la razón de hacerlo de ahora en adelante y a qué se ha dedicado el área de Turismo durante estas dos legislaturas. Quizá todo esto tiene una explicación.
Resulta que el edil de Igualdad y Políticas inclusivas Mariano Valera, tenía ganas de ir a FITUR para ver que se cuece en esos ambientes. Ya de paso, en el estand FITUR LGTBI+, dar cuenta de todas las acciones para con el colectivo más de moda en este momento, que se van a realizar a lo largo del 2023 en la ciudad de Elche. El Festival Diversa, la celebración del Orgullo, el I certamen literario de diversidad y el I Plan LGTBI; todo ello muy en línea con esa Agenda 2030 que a todo progresista progre, inclusivo y resiliente tanto gusta.
A lo largo del próximo año, veremos si todos estos anuncios tan optimistas y a priori, tan modernitos y progresistas, tienen un impacto real en el turismo ilicitano, o si por el contrario, son más discursos vacíos aderezados con toques y conceptos de la terminología woke y postmoderna.
